Sebastian Loeb, es el mejor piloto de rallys de la historia, y no lo digo yo, lo dicen, y con creces, sus números. En asfalto, hoy por hoy, es inalcanzable, y en tierra muy competente. Esta combinación le hace el piloto más regular del mundial, el que más victorias de rallys tiene y más campeonatos del mundo. Sus triunfos van ligados a Citröen, la marca que confió en él y le dió un Saxo para, en 2001, ganar el mundial Júnior y correr en ese mismo año con un WRC acabando segundo en el rally de San Remo por detrás de Panizzi. En 2002 gana su primer rally, el de Alemania y que iba a ser precedente para otros 45 más y los que quedan... En 2003 corre su primera temporada del WRC y avisa, quedando por delante de sus dos compañeros, Carlos Sainz y Colin Mcrae, que no eran unos cualquiera. Aquel año el mundial fue para Petter Solberg. En 2004 gana su primer mundial, segundo francés que lo hizo y seguimos así en 2005, 2006, 2007 y, ahora, 2008. En 2006 Citröen se retiro del mundial, pero Loeb corrio con un Xsara para el equipo privado Kronos racing y ayudó, paralelamente al desarrollo del Citröen C4 WRC.
También cabe mencionar a su copiloto, el polaco Daniel Elena, con el que lleva corriedo desde 1998. Cuando se juntan el hambre y las ganas de comer, no hay bocado que se resista, por lo que no sabemos el límite de esta pareja de ases del rally que si ya han hecho historia, pueden llegar a fijar límites inimaginables...
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